#20. Lecciones de liderazgo de la gran pantalla: transparencia, responsabilidad, compromiso, y delegación
Como la inspiración se puede encontrar en cualquier parte, en este post exploraremos cuatro escenas de películas o series de televisión que ofrecen valiosas lecciones de liderazgo. Hablaremos sobre comunicar en situaciones difíciles, mantener el sentido de la responsabilidad, impulsar el compromiso en la organización, y delegar de manera efectiva.
Aquí están, sin más preámbulos y en orden cronológico. Con ganas de leer comentarios sobre otros ejemplos que os hayan marcado, y que además puedan ser un buen plan de cine o TV para una tarde.
1. Algunos Hombres Buenos: enfrentarse a la verdad, incluso cuando es difícil
En la película “Algunos Hombres Buenos” ("A Few Good Men", 1992), un joven Tom Cruise interpreta a un abogado con poca experiencia de la Marina de EE.UU. que busca esclarecer la muerte de un marine, víctima de lo que parece un castigo extrajudicial llevado a cabo por alguien de su propia base pero en último término ordenado por el comandante de la base, el coronel Nathan Jessep (personaje interpretado por Jack Nicholson).
En la escena final del juicio (en español / en inglés), el personaje de Tom Cruise trata de acorralar al personaje de Jack Nicholson para que responda sobre su implicación en la muerte, algo que él se resiste a hacer, hasta que se tiene lugar el conocido diálogo:
- ¿Quieres respuestas?
- ¡Quiero la verdad!
- ¡Tú no puedes encajar la verdad!
Traigo a colación esta escena porque cualquier líder de una organización a menudo se verá en cualquiera de las dos partes de este diálogo: enfrentándose a verdades incómodas, y decidiendo si comunicarlas y cómo hacerlo. Necesitará estar preparado para aceptar y enfrentarse una realidad que no le gusta o no espera, pero también tendrá que elegir el nivel de información y transparencia que desea compartir con la organización: hacia sus equipos, para con sus colegas, y hacia sus propios managers. ¿Cuánta información puede compartir? ¿Puede su organización “encajar la verdad”? ¿Cuándo es demasiado transparente?
Cuando estás en el lado del que recibe la información, mi convicción es que es mejor aceptar y enfrentarse a la realidad, por difícil que sea: eso te preparará para resolver los problemas en lugar de ignorarlos a mayor riesgo propio. En la viñeta de aquí abajo1, es mejor que hagas cola frente a la mesa vacía, y más aún si eres el líder de una organización.
Cuando eres el que debe decidir que comunicar y cómo, un líder efectivo entiende la importancia de la transparencia y la honestidad hacia sus equipos: aunque puede ser incómodo dar malas noticias o admitir errores, ocultar la verdad puede ser aún más dañino. La confianza es la base de cualquier organización que aspira al éxito, y la confianza solo puede construirse y mantenerse cuando aquellos en posición de liderazgo son francos con sus equipos y stakeholders. ¿Te suena el discurso de “Sangre, sudor, y lágrimas” de Churchill, o has oído hablar del efecto Streisand? Si una organización "no puede encajar la verdad", es una señal de que hay un defecto en ella, en sus valores, o en el compromiso y madurez de sus empleados, al nivel que sea. Pero también debemos reconocer que el mundo real no es como nos gustaría que fuera, y un exceso de transparencia (por ejemplo a la hora de comunicar según que noticias), puede crear dudas, desvinculación o enfado dentro de la organización. Para evitarlo, los líderes necesitan darse cuenta de que dar malas noticias no es sólo compartir información: es dar contexto, soluciones y un camino a seguir. Los líderes deben estar preparados para apoyar a sus equipos en tiempos difíciles, ofreciendo dirección y seguridad. Al hacerlo, los líderes no sólo demuestran su compromiso con la verdad sino que también fomentan una cultura de resiliencia y capacidad de adaptación.
2. Spider-Man: "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad"
Esta cita, que algunos de nosotros recordaremos de la película "Spider-Man" de 2002 (en español / en inglés), ya la introdujo el co-creador de Spider-Man, Stan Lee, en una edición de 1962 del cómic Amazing Fantasy. No es una idea nueva —después de todo, es la idea central detrás de la leyenda de la Espada de Damocles, que se remonta al siglo I a.C.— pero fue recuperada de manera clara y sencilla en la historia del superhéroe.
A medida que avanzamos en nuestras carreras, a menudo aspiramos a ocupar posiciones de mayor poder, pero estas a menudo se perciben erróneamente como posiciones donde disfrutaremos de mayor autonomía para tomar decisiones, menos barreras operativas para hacer las cosas y, a menudo, un equipo para hacer todo el trabajo. O, de manera más simple, que podremos decidir, mandar y exigir resultados sin tener que mancharnos demasiado las manos a la hora de ejecutar. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja y no tan favorable.
En los negocios, el poder se puede manifestar de muchas formas: poder para tomar decisiones, para asignar recursos, o para influir en otros. Pero cualquiera de esos poderes viene con una serie de obligaciones: por citar algunas, la necesidad de unir y alinear a los equipos entorno a esas decisiones, de conseguir su compromiso, de resolver conflictos y de aceptar las consecuencias de esas decisiones ya sean buenas o malas. Al poder sin responsabilidad le falla algo: el “ordeno y mando” puede funcionar durante un tiempo limitado, pero tal estilo de liderazgo será probablemente breve, igual que no durarán mucho aquellos líderes que culpen de sus propias decisiones a aquellos que están bajo su responsabilidad. A medida que los líderes ascienden a posiciones de mayor autoridad, nunca deben olvidar su responsabilidad hacia sus equipos, organizaciones y stakeholders. Al hacerlo, fomentan la confianza, la lealtad y un sentido de propósito entre sus empleados, multiplicando así el impacto positivo de su liderazgo.
3. Zero Dark Thirty: impulsar el compromiso
"Zero Dark Thirty", un thriller de 2012 dirigido y coproducido por la cineasta estadounidense Kathryn Bigelow, dramatiza la búsqueda de Osama bin Laden, líder de Al-Qaeda, durante más de una década. Una de mis escenas favoritas de la película muestra una reunión de la CIA en la que el responsable está echando una bronca a su equipo de ~15 analistas, entre los cuales se encuentra el personaje principal Maya (interpretado por la actriz estadounidense Jessica Chastain). El monólogo es parecido a éste:
"Quiero dejar algo absolutamente claro. Si pensáis que hay alguna célula secreta en algún otro lugar trabajando para acabar con Al-Qaeda, entonces quiero que sepáis que os equivocáis. Vosotros sois los únicos. No hay ningún otro equipo que vaya a venir al rescate. No hay nadie más escondido en ningún otro sitio. Solo estamos nosotros. Y estamos fallando".
Dejando de lado el tono y (desde luego) el contexto, lo que me gusta de esta escena es el sentido de compromiso y de “propiedad” que transmite.
Especialmente en organizaciones grandes, es tentador pensar que hay cierta redundancia dentro de la propia organización. Que si dejamos algo sin hacer, o lo hacemos tarde o de mala manera ya sea por error o por procrastinación, ya vendrá alguien detrás para hacerlo por nosotros: un compañero, alguien de nuestro equipo, o incluso nuestro manager. No solo eso no es cierto, sino que diluir la responsabilidad y el compromiso propios de esa manera es enormemente perjudicial para la organización.
Hay que ser consciente de que, cuando se está en cualquier posición de liderazgo, no siempre es posible confiar en que alguien más vendrá al rescate en caso de dificultades. En muchos casos, son los propios líderes los que tienen las habilidades, conocimientos y perspectivas para resolver esos retos con éxito. Pero incluso si no los tienen, asumir la responsabilidad y el compromiso con una tarea difícil o incluso aburrida también es una señal de liderazgo, tengas o no equipos a tu cargo. La voluntad de liderar con el ejemplo inspira confianza en el equipo propio y extendido, y fomenta una cultura de responsabilidad y compromiso.
4. The Diplomat: sobre delegar
Mi último ejemplo no viene de una película, sino de una estupenda serie de televisión llamada "The Diplomat" (2023). En la primera temporada, el personaje principal (Kate Wyler, interpretado por la actriz Keri Russell) es nombrada embajadora de EE.UU. en el Reino Unido casi en contra de su voluntad, y pronto necesita resolver una serie de crisis políticas y geopolíticas. En el episodio 5 de la temporada 1, se produce el siguiente diálogo entre la embajadora y su jefe agregado de misión (deputy chief of mission o DCM, interpretado por el actor estadounidense Ato Essandoh). En un momento en que ella está tratando de obtener por sí misma y de manera precipitada una información relevante, él la para:
[DCM] ¡Hola! Sabe que trabajo para usted, ¿verdad? Y Ronnie también.
[Embajadora] Sí.
[DCM] Fue jefa agregada de misión, pero ya no lo es. Por tanto, si necesita resolver algo, puede contar conmigo. Y con Ronnie. Y con las otras 800 personas que trabajan para usted.
[Embajadora] Tardo más en explicar lo que...
[DCM] Señora, debería intentarlo. Creo que hacemos un trabajo que le gusta hacer, y se le da bien, pero es mucho trabajo. Y tiene el suyo. No puede hacer ambos.
El diálogo anterior resume uno de los errores más comunes del liderazgo: la incapacidad para delegar. En su consecuencia más leve, provoca una carga de trabajo excesiva en el líder. En el peor de los casos, la incapacidad para delegar crea una organización disfuncional donde el líder se convierte en un cuello de botella que impide el crecimiento, y donde aquellas personas que dependen de él no tienen la oportunidad de desarrollarse y crecer.
El riesgo de que esto ocurra es mayor cuando el líder ha subido desde posiciones más bajas, y sabe perfectamente cómo hacer el trabajo de sus empleados o le da gran satisfacción demostrar su experiencia en el tema. O cuando muestra un compromiso excesivo; es decir, cuando todo se convierte no sólo en su responsabilidad sino también en su tarea. Mucho se ha escrito mucho sobre cómo delegar eficazmente, así que no intentaré ni resumirlo. Pero el pasaje anterior es un buen recordatorio de que a medida que crecemos en nuestras carreras, también necesitamos aprender a "soltar lastre", y confiar en nuestros equipos para que se ocupen de ciertas tareas incluso cuando parezca un coste a corto plazo, porque es una buena inversión a largo.
Estas escenas sirven como recordatorios útiles de algunos rasgos de liderazgo importantes: la verdad y la transparencia, la responsabilidad que conlleva el poder, la necesidad de crear un sentido de compromiso en la organización, y la necesidad de delegar para llegar más lejos. Y de nuevo, ¡me encantaría leer en los comentarios sugerencias adicionales sacados de otras películas u otras series!
Vista en https://serendipitygreece.com/comforting-lies-vs-unpleasant-truths/. No he podido encontrar la fuente original